Una sensación de urgencia pero también de consuelo
(“¡Hay tiempo!”, “¡Hay confianza!”, “¡La hay!”).
Invitación a subir la montaña.
Estos pasajes...
proféticos, alegóricos y exhortativos,
les pertenecen.
Doy testimonio de cómo son.
Todo se ha vuelto transparente; todos se ven translúcidos.
Han perdido ante mí toda capa de protección que los ocultaba.
Puedo verlos tal como son, ver cómo es que son en realidad.
Me avergüenza —y me pone mal el alma— descubrirlos demonios mentirosos, inescrupulosos, ventajeros, dañinos y manipuladores.
Un mundo insípido, de nulo valor, con una esencia viciada, pobre e inútil.
Del Diablo y sus huestes podría decirse que hacen un trabajo impecable… pero sólo parece.
Lo digo porque, al observarlos, noto que incluso aquellos de ustedes que se autoproclaman líderes, famosos o “influencers” no son más que corderos a los que guían sin esfuerzo hacia sus dominios.
Doy testimonio 🧾: todo se ve como lo ve mi Padre, y eso entristece enormemente.
¿Hay tiempo?
¡Hay tiempo!
¿Hay confianza en vosotros?
¡Hay confianza!
¿Brilla la ilusión en mis ojos de verlos elevados, subiendo la montaña?
¡La hay!
¿Hay paciencia?
¡Hay paciencia!
Caminen
— Elinv —